Y el lobo llegó
He leído con cierta sorpresa e indignación el artículo del señor Saldaña en esta misma tribuna, en el que el secretario general del PP en Jerez nos deleita con unas reflexiones sobre lo que él mismo denomina “mensajes apocalípticos en contra del cambio en Andalucía”. Y lo hace, como habrán podido comprobar, utilizando como recurso aquello de ¡qué viene el lobo!
Desde mi más absoluto respeto a la libertad de expresión, de opinión y de ideología, sí me gustaría hacer uso de esta misma tribuna para recordarle al señor Saldaña que, lamentablemente, el lobo ya llegó, a pesar de que muchos ya advertimos que las gaviotas que sobrevolaban desafiantes nuestro paisaje nacional se iban a convertir tarde o temprano en aves de rapiña.
La realidad es que en un mes y medio al frente del Gobierno central, el PP lo que ha hecho es subir los impuestos un siete por ciento, bajar el Salario Mínimo, paralizar la Ley de Dependencia; suprimir la renta de alquiler para los jóvenes, no reponer las plantillas de empleados públicos; ampliar las horas de trabajo de los empleados públicos; suprimir las ayudas para las energías renovables; cambiar por sorpresa el temario de las oposiciones a profesor y abaratar el despido, amén de todos los recortes en sanidad y en educación que se vienen aplicando en las Comunidades Autónomas gobernadas por el PP. Y lo peor está por llegar cuando Rajoy presente los Presupuestos Generales del Estado, unas partidas que estarán sujetas a severos recortes. Eso sí, no lo desvelará hasta que no se celebren las elecciones andaluzas del 25 de marzo por mucho que en la Unión Europea le meta prisa para que lo haga antes de esta cita electoral.
Decía usted, señor Saldaña, que los socialistas nos dedicamos a amedrentar y a lanzar “mensajes apocalípticos”. Pues parece que nos hemos quedado cortos.
Desde mi más absoluto respeto a la libertad de expresión, de opinión y de ideología, sí me gustaría hacer uso de esta misma tribuna para recordarle al señor Saldaña que, lamentablemente, el lobo ya llegó, a pesar de que muchos ya advertimos que las gaviotas que sobrevolaban desafiantes nuestro paisaje nacional se iban a convertir tarde o temprano en aves de rapiña.
La realidad es que en un mes y medio al frente del Gobierno central, el PP lo que ha hecho es subir los impuestos un siete por ciento, bajar el Salario Mínimo, paralizar la Ley de Dependencia; suprimir la renta de alquiler para los jóvenes, no reponer las plantillas de empleados públicos; ampliar las horas de trabajo de los empleados públicos; suprimir las ayudas para las energías renovables; cambiar por sorpresa el temario de las oposiciones a profesor y abaratar el despido, amén de todos los recortes en sanidad y en educación que se vienen aplicando en las Comunidades Autónomas gobernadas por el PP. Y lo peor está por llegar cuando Rajoy presente los Presupuestos Generales del Estado, unas partidas que estarán sujetas a severos recortes. Eso sí, no lo desvelará hasta que no se celebren las elecciones andaluzas del 25 de marzo por mucho que en la Unión Europea le meta prisa para que lo haga antes de esta cita electoral.
Decía usted, señor Saldaña, que los socialistas nos dedicamos a amedrentar y a lanzar “mensajes apocalípticos”. Pues parece que nos hemos quedado cortos.
Míriam Alconchel, concejal del Grupo Municipal Socialista
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